Resplandeciente azul turquesa: la esperanza en las vísperas de Navidad
Atrae el juego de luces a lo lejos. informa Es la temporada navideña instalada en la plaza Primero de Mayo. Nada tiene que ver con la que se instalaba en San Francisco y hacían en ella los paseantes un largo recorrido. Tampoco, incluso, con la de hace apenas un año: se ha reducido significativamente el número de comerciantes. En fin, algunos quedan, y los que subsisten siguen al pie del cañón y ofertan estas luces de colores, piezas para el Nacimiento, portales de madera. Se extrañan los pastores elaborados de barro: prevalecen los de plástico. Pero qué bien hechos están, en cambio, los portales: madera de pino, elaborados a mano, el trabajo es espléndido por la sencillez de su estructura, pero lo poderoso del material. Manos que estuvieron en ello con dedicación.